Suele ser complicado hacer amigos, y más complicado suele ser conservarlos. Muchas veces uno se encierra en un círculo en el cual se siente cómodo, querido y respetado, y uno es feliz así; pero, cada ser humano es distinto y guarda anhelos, ideas, proyectos y pasiones, las cuales muchas veces no son compatibles con el círculo al que perteneces y sin alejarte de esas buenas personas que te han acompañado durante mucho tiempo, algunos a través de años, otros a través de toda una vida, se siente la necesidad de encontrar personas con las que puedas compartir esas ideas, esos proyectos y esas pasiones, necesitas encontrar personas que entiendan tu lenguaje y que discutan tus ideas. Es precisamente esta situación la que me tocó experimentar, siempre tuve muy buenos amigos, pocos, pero de los mejores, y aunque no entendían mucho de esta pasión mía por la fotografía, siempre tenían palabras de aliento y apoyo, pero no es complicado impresionar con una fotografía a quien no conoce del tema. Esto se convirtió en un reto para mí, quería que personas que dominaran el tema me dieran su opinión acerca de mis fotografías, es por eso que me uní a algunas páginas de contactos en Internet y comencé a mostrar mi trabajo, no pasó mucho tiempo y entré en contacto con gente de Arequipa a la que también les gustaba la fotografía y al igual que yo andaban sin rumbo en el tema. Fue en este trajín que conocí a la gente de “Arequipa 35mm”, un Blog que se disponía a mostrar nuestro trabajo y con la excelente idea de organizarnos, pronto recibí mensajes de Conrado, y luego de Ross, a quienes gratamente pude conocer.
Estaba yo en la ciudad de Arequipa, y tenía planeado encontrarme con Hans Rivadeneira, uno de los primeros interesados en fotografía que conocí, Hans tardaba mucho y de pronto llega Julio Reaño y me dice; hola Sergio, y bueno, comenzamos a charlar mientras llegaba Hans y cuando eso sucedió, nos dijo que el “Pleno” de Arequipa 35mm estaba reunido cerca de allí, así que fuimos al lugar indicado… Yo tenía mucho frío ya que estaba en polo porque pasé la tarde en un paseo maravilloso con la mejor compañía del mundo, y bueno, el primero en estrecharme la mano fue Conrado, quien me dijo; Que gusto conocerte Sergio, fue lindo sentir el aprecio, luego saludé a Cesar y a su hermano, estaba Hans, Julio, un muchacho interesado en el tema y bueno, conversamos, llegó Jimy y por mi cabeza pasaban mil cosas, me preguntaba por ejemplo, ¿acaso esta gente padecía la misma patología fotográfica que yo? Y fue tremendamente agradable saber que si, si padecían de lo mismo que yo.
Al pasar el tiempo y mientras se conjugaban ideas y se acrecentaban las ganas por un cigarrillo, uno de los asistentes dijo: Ya viene Ross, a lo que alguien respondió, si y ya trae cigarros… Las sonrisas no se hicieron esperar y claro, mi mente trabajaba a mil por imaginar a Ross trayendo un cartón de cigarros para la gente angustiada; sin embargo, a su llegada quedé sorprendido, Ross no era la muchacha que imaginaba con pantalones anchos y de muchos bolsillos y con el cabello tapándole medio rostro, y bueno… Ross llegó y nos explicó un poco del tema legal ya que sigue estudios de derecho o ya es abogada, no lo se muy bien, pero si estaba muy enterada en el tema. La conversación entre todos se hizo cada vez más amena y poco a poco fuimos entrando en confianza, bueno, en realidad creo que quien tenía que entrar en confianza era yo, ya que los demás ya se conocían… y eso fue lo que hice, conversar con los chicos.
Pronto llegamos a acuerdos y yo me sentía miembro de una logia o una secta que planeaba acciones para tomar la ciudad entera y capturarla con nuestras cámaras, por un momento me desconecté de la conversación y pensé en las personas que me rodeaban, todos muy entendidos en el tema de fotografía, algunos sabían más que otros y los que sabían ofrecían ayuda a quienes no lo dominaban, por ejemplo yo, escuché términos y nombres de equipos que nunca antes habían llegado a mis oídos, eso fue tremendo… me encantó y todos con total cordialidad explicando de que se trataba. Fue una experiencia sumamente agradable.
Al final de la reunión acordamos en que haríamos un “Safari fotográfico” en el “Cono Norte” de la ciudad, lo pensé mucho porque nunca estuve en uno y además que no conocía la zona, y bueno, mil y un dudas que siempre suelen cruzar por mi mente en momentos decisivos. Finalmente comprendí que no podía decir que no, era lo que estaba esperando, así que… Adelante.
Al día siguiente los que acordamos asistir estábamos reunidos y listos para emprender viaje. Por mi mente pasaba esta pregunta; ¿Y si no consigo buenas fotos? Comprendí luego que, estaba entre amigos. Fue así que iniciamos el viaje; Conrado, Jimmy, Julio y yo. De pié la mayor parte del camino, entre risas, bromas y las caricias inoportunas de una señora que se encontraba atrás mío. Luego que Conrado ejercitara sus bíceps al permanecer colgado de los tubos del bus y yo consiguiera un calambre tremendo en los brazos por hacer las mismas prácticas que Conrado, pues llegamos a destino; el lugar se llamaba, “Ciudad de Dios”, bajamos del bus y cámaras en mano invadimos el lugar, algunos nos veían como bichos raros, otros nos acusaron de ser los principales motores de la pornografía en Internet, no faltó quien nos echó de su propiedad, algunos otros se acercaron con sana curiosidad a preguntar, por qué estábamos tomando fotos y entre una y otra respuesta que dábamos la gente quedaba tranquila. Los niños nos veían y con timidez fisgoneaban lo que hacíamos, otros niños dispuestos a no dejar pasar sus 5 minutos de fama hacían piruetas y sonreían para los lentes ansiosos y agradecidos de quienes estuvimos allí.
Cuando emprendí viaje de retorno a casa, pensaba en lo maravilloso que había sido el viaje, conocí a personas geniales, con ganas de ser amigos y de apoyar a los demás; pasé momentos tan lindos en este viaje, que sin duda es el más especial que he tenido… A pesar que he vivido en Arequipa por buen tiempo, y planeo hacerlo nuevamente… pero, este viaje fue especial, fue un viaje lleno de experiencias nuevas, grata compañía y mucho amor.
Mi agradecimiento a quienes estuvieron presentes en la reunión del día viernes, a Julito, Conrado, Ross, Jimmy, Cesar, su hermano, Hans, Gerson, en general; gracias a todos por compartir esta experiencia y brindar su amistad.
Ahora los dejo para mostrarles la serie completa de las fotografías que logré en aquel “Safari fotográfico” a Ciudad de Dios. Espero sea de vuestro total agrado.
Dedicado a quien me dio la mano en este nuevo proyecto... y me dio la fuerza y fe suficientes para alzar vuelo en un nuevo mundo.
Sergio Valcárcel.
Estaba yo en la ciudad de Arequipa, y tenía planeado encontrarme con Hans Rivadeneira, uno de los primeros interesados en fotografía que conocí, Hans tardaba mucho y de pronto llega Julio Reaño y me dice; hola Sergio, y bueno, comenzamos a charlar mientras llegaba Hans y cuando eso sucedió, nos dijo que el “Pleno” de Arequipa 35mm estaba reunido cerca de allí, así que fuimos al lugar indicado… Yo tenía mucho frío ya que estaba en polo porque pasé la tarde en un paseo maravilloso con la mejor compañía del mundo, y bueno, el primero en estrecharme la mano fue Conrado, quien me dijo; Que gusto conocerte Sergio, fue lindo sentir el aprecio, luego saludé a Cesar y a su hermano, estaba Hans, Julio, un muchacho interesado en el tema y bueno, conversamos, llegó Jimy y por mi cabeza pasaban mil cosas, me preguntaba por ejemplo, ¿acaso esta gente padecía la misma patología fotográfica que yo? Y fue tremendamente agradable saber que si, si padecían de lo mismo que yo.
Al pasar el tiempo y mientras se conjugaban ideas y se acrecentaban las ganas por un cigarrillo, uno de los asistentes dijo: Ya viene Ross, a lo que alguien respondió, si y ya trae cigarros… Las sonrisas no se hicieron esperar y claro, mi mente trabajaba a mil por imaginar a Ross trayendo un cartón de cigarros para la gente angustiada; sin embargo, a su llegada quedé sorprendido, Ross no era la muchacha que imaginaba con pantalones anchos y de muchos bolsillos y con el cabello tapándole medio rostro, y bueno… Ross llegó y nos explicó un poco del tema legal ya que sigue estudios de derecho o ya es abogada, no lo se muy bien, pero si estaba muy enterada en el tema. La conversación entre todos se hizo cada vez más amena y poco a poco fuimos entrando en confianza, bueno, en realidad creo que quien tenía que entrar en confianza era yo, ya que los demás ya se conocían… y eso fue lo que hice, conversar con los chicos.
Pronto llegamos a acuerdos y yo me sentía miembro de una logia o una secta que planeaba acciones para tomar la ciudad entera y capturarla con nuestras cámaras, por un momento me desconecté de la conversación y pensé en las personas que me rodeaban, todos muy entendidos en el tema de fotografía, algunos sabían más que otros y los que sabían ofrecían ayuda a quienes no lo dominaban, por ejemplo yo, escuché términos y nombres de equipos que nunca antes habían llegado a mis oídos, eso fue tremendo… me encantó y todos con total cordialidad explicando de que se trataba. Fue una experiencia sumamente agradable.
Al final de la reunión acordamos en que haríamos un “Safari fotográfico” en el “Cono Norte” de la ciudad, lo pensé mucho porque nunca estuve en uno y además que no conocía la zona, y bueno, mil y un dudas que siempre suelen cruzar por mi mente en momentos decisivos. Finalmente comprendí que no podía decir que no, era lo que estaba esperando, así que… Adelante.
Al día siguiente los que acordamos asistir estábamos reunidos y listos para emprender viaje. Por mi mente pasaba esta pregunta; ¿Y si no consigo buenas fotos? Comprendí luego que, estaba entre amigos. Fue así que iniciamos el viaje; Conrado, Jimmy, Julio y yo. De pié la mayor parte del camino, entre risas, bromas y las caricias inoportunas de una señora que se encontraba atrás mío. Luego que Conrado ejercitara sus bíceps al permanecer colgado de los tubos del bus y yo consiguiera un calambre tremendo en los brazos por hacer las mismas prácticas que Conrado, pues llegamos a destino; el lugar se llamaba, “Ciudad de Dios”, bajamos del bus y cámaras en mano invadimos el lugar, algunos nos veían como bichos raros, otros nos acusaron de ser los principales motores de la pornografía en Internet, no faltó quien nos echó de su propiedad, algunos otros se acercaron con sana curiosidad a preguntar, por qué estábamos tomando fotos y entre una y otra respuesta que dábamos la gente quedaba tranquila. Los niños nos veían y con timidez fisgoneaban lo que hacíamos, otros niños dispuestos a no dejar pasar sus 5 minutos de fama hacían piruetas y sonreían para los lentes ansiosos y agradecidos de quienes estuvimos allí.
Cuando emprendí viaje de retorno a casa, pensaba en lo maravilloso que había sido el viaje, conocí a personas geniales, con ganas de ser amigos y de apoyar a los demás; pasé momentos tan lindos en este viaje, que sin duda es el más especial que he tenido… A pesar que he vivido en Arequipa por buen tiempo, y planeo hacerlo nuevamente… pero, este viaje fue especial, fue un viaje lleno de experiencias nuevas, grata compañía y mucho amor.
Mi agradecimiento a quienes estuvieron presentes en la reunión del día viernes, a Julito, Conrado, Ross, Jimmy, Cesar, su hermano, Hans, Gerson, en general; gracias a todos por compartir esta experiencia y brindar su amistad.
Ahora los dejo para mostrarles la serie completa de las fotografías que logré en aquel “Safari fotográfico” a Ciudad de Dios. Espero sea de vuestro total agrado.
Dedicado a quien me dio la mano en este nuevo proyecto... y me dio la fuerza y fe suficientes para alzar vuelo en un nuevo mundo.
Sergio Valcárcel.